Los espárragos son una de las conservas de verdura más populares. Se cosechan de noche, para evitar que les dé el sol y preservar así al máximo su calidad, ya que tienen un altísimo contenido de agua (más del 90% del total de la pieza). En la lata o en el bote de cristal se conservan de la manera más natural posible, con un poco de agua, sal y unas gotas de cítricos.