Tanto en España como en Portugal existe una larga tradición conservera de sardinas, uno de los pescados azules más consumidos en España. De pequeño tamaño y cuerpo alargado, las sardinas envasadas suelen estar limpias de las tripas e interiores, con una pequeña espina comestible. En conservas se presentan en múltiples preparaciones: al natural, en aceite de oliva, en escabeche, incluso con limón y con salsa de tomate.