Esta cazuela procede de las excavaciones realizadas por Juan Cabré a finales de la década de 1920 en el yacimiento de Las Cogotas, que acabaría dando nombre a una de las principales culturas arqueológicas de la Edad del Bronce en las tierras del interior de la península ibérica, conformada a partir del sustrato local. Su principal elemento definidor son estas cerámicas decoradas con elementos que asocian la incisión, la excisión y los motivos impresos de tipo “boquique”. La decoración cubre la práctica totalidad del vaso, desarrollándose a partir de la base del recipiente, y estaría en origen rellena de pasta blanca o roja.
Como ocurre en el caso de la decoración, la forma troncocónica abierta de borde recto de esta cazuela, puede considerarse igualmente propia del conjunto morfológico más habitual la cultura de Cogotas I. El perfil configura una forma de amplio diámetro de apertura, acabado cuidado y rica decoración, por lo que este tipo de piezas debió estar en relación con funciones de presentación de alimentos a modo de vajilla fina o de mesa.