Ramon Padró i Pedret fue un pintor y decorador decimonónico, que cursó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja. Poco después de haber finalizado sus estudios, Padró se trasladó a Madrid, donde se mostró muy activo y participó en numerosas exposiciones y certámenes. Pintó retratos de barcos, escenas históricas, retratos y vistas urbanas. Una de sus obras más emblemáticas, realizada por encargo, es esta pintura que inmortaliza el episodio histórico del embarco de voluntarios catalanes a Cuba, y en la que se representa el puerto de Barcelona con un gran número de gente reunida en pequeñas embarcaciones para despedir a los voluntarios. Al fondo, la montaña de Montjuïc.