Esta es la planta basilical de cruz latina de la catedral de Santiago. Vemos que la catedral tiene tres naves, siendo mayor la central, un gran transepto, y una amplia cabecera con girola, adecuada para que el gran flujo de peregrinos pudiera circular sin interrumpir la ceremonia principal de la capilla mayor. Además, sobresalen pequeños absidiolos entorno a la cabecera y en la parte oriental de los brazos del transepto.
En amarillo se destaca el espacio que ocupaban el coro y el trascoro, en los cuatro primeros tramos de la nave central. Se trata de uno de los espacios más importantes de la basílica.