El Mercado Central de Valencia es uno de los mercados en funcionamiento más antiguos de Europa. Su construcción duró casi 10 años de trabajo al aire libre y fue oficialmente inaugurado en 1928. Es muy frecuentado, tanto por locales como turistas, por lo que se trata de un lugar ideal para sumergirse en el corazón de la cultura local y perderse por sus diferentes pasillos, descubriendo los productos locales de temporada. Su estilo de construcción modernista es impresionante, por lo que se trata de un maravilloso ejemplo de la arquitectura del siglo XX. La imponente estructura metálica acoge a 900 pequeños puestos de venta, repartidos en un total de 8.160 metros cuadrados.