En el siglo XVII, al cobro de los impuestos se conocía como las reales alcabalas. Una revisión de estas, refleja el auge y desplome en la economía de la tocinería de “Los Lozano”, ciento cincuenta años después del matrimonio de Juan con la viuda, en 1757, los Lozano ya no aparecen registrados dentro del gremio de Tocineros de la Ciudad. Es hasta 1960 cuando una familia descendiente de Lozano, retoma la actividad de crianza de cerdos en Atlixco, Puebla y en 1983, la de la tocinería en la ciudad de Puebla.