Ejemplo de sillas de muy diferentes estilos y épocas que se conservan en Gordailua. Las hay con asiento y respaldo de madera, de cuero, de mimbre, anea y otras fibras; las hay sencillas o más trabajadas, etc. A menudo forman conjunto con una mesa a juego, y en ocasiones incluso con otros muebles, como armarios, alacenas, camas, mesillas… pensados para salas, dormitorios o despachos.
Aunque la silla es un mueble muy antiguo, su uso empezó a generalizarse en Europa a partir del s. XVI. Más allá de su función práctica, se ha revestido de valores simbólicos, en especial vinculados al poder, ya que el mero hecho de sentarse cuando el resto está de pie es una forma de marcar jerarquía; por ejemplo, “presidir” es un término de origen latino traducible como “sentarse al frente”.
La Diputación Foral de Gipuzkoa reúne una colección de 110 sillas, a la que se suman los 56 ejemplares del Museo San Telmo, sin contar los taburetes de ordeño, bancos de trabajo y otros muebles de asiento ligados a actividades concretas.
Bibliografía:
Garmendia Larrañaga, Juan. Alkiza eta eser-aulkigintza = Alquiza y la artesanía de la silla. In: Euskal esku-langintza = Artesanía vasca. Donostia = San Sebastián : Auñamendi, 1970. I, 128-137