Escultura inspirada en el cuadro “El emperador Carlos V con un perro” realizado por Tiziano en 1533 que se conserva en el Museo del Prado. Forma parte de la serie “Entretenimientos en el Prado” en la que Pablo Serrano rinde homenaje a los grandes maestros del Museo del Prado como Velázquez, El Greco, Tiziano o Goya. Si bien sus primeros “entretenimientos” datan de 1962, es en 1974 cuando retoma la serie realizando un mayor número de reinterpretaciones en tiradas de varios ejemplares. En esta pieza recurre a enmarcar al monarca y a su perro en las tres dimensiones evocando así el marco del cuadro, al igual que hará con la obra de la misma serie “Perro semihundido”, dotando de mayor teatralidad a la escultura.