En Espaisucre, el primer restaurante de postres del mundo abierto por Jordi Butrón junto a xano Xaguer, se reivindica el postre de restaurante como un plato con personalidad y código propio, tanto cuando funcionaba como restaurante como en su conversión en escuela de pastelería. “Concebimos la pastelería como una formación continua a nivel técnico y gustativo, en base siempre a una actitud innovadora, pero al mismo tiempo de respeto a la tradición, entendida esta como un ingrediente imprescindible para avanzar”, afirma Butrón.