Esta pieza encuentra su antecedente en las esculturas tardogóticas alemanas conocidas como Christus in der Rast. De esas esculturas Durero tomó su modelo para hacer los grabados que tras cruzar el Atlántico se convirtieron en un referente plástico importante en la Nueva España. Los reinos hispánicos en América al poco tiempo produjeron esculturas de tecnología mixta -europea y americana- de notabilísima calidad y expresividad, como el Señor de la piedra fría que se venera en Canarias. Esta obra debe entenderse como una síntesis del dolor físico y moral que significó la Pasión.