Ferran Arasa i Subirats (1905- 1992) El pintor, después de un largo tiempo de búsqueda, se puede decir que, próximo a la década de los cincuenta, encuentra el lenguaje personal que definirá la obra pictórica de la década posterior. Precisamente en esta obra apreciamos unos rasgos que la diferencian de la producción anterior: la pincelada suelta y segura ha sustituido la sutileza de las precedentes manchas de color de connotaciones modernistas. Hay en este cuadro una gran riqueza cromática y matérica que da fuerza y rotundidad a la obra. Una pincelada enérgica y una particular aplicación del color configuran el sentido constructivo de la obra, más que las masas y los volúmenes. 2.ª medalla Tapiró de pintura, 1945. Elena Fabra