Alfred Opisso fue un pintor y dibujante del s. XX. Procedía de una familia de artistas: era hijo de Ricard Opisso y sobrino de Joan Cardona Lladós. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja de Barcelona. Se presentó a los certámenes barceloneses de 1921 y 1922. En sucesivas exposiciones en salas barcelonesas se dio a conocer como dibujante de retrato a lápiz, de una finura y calidad destacadas. Un estilo depurado, trazo pulcro y seguro, la expresión y la semejanza, dan a sus obras un gran valor. En 1944 obtuvo el premio nacional de dibujo en la Bienal de Barcelona y en 1958 el primer premio de dibujo Ynglada-Guillot. Cultivó también la ilustración, disciplina en la que destacó en las obras realizadas para Cartas de una religiosa portuguesa y Pablo y Virginia. En 1947 se trasladó a Mataró y expuso en la galería Tot Art. Cultivó una figuración pulcra, evocadora del ambiente modernista catalán.
La pintura muestra una capilla, probablemente en la iglesia de Santa Maria de Mataró. En primer término, sacerdote y monaguillo en el interior de una iglesia. A la derecha aparece el altar y un fragmento de una columna salomónica. Colgados del techo aparecen tres modelos de embarcaciones mostrando su casco y toda la arboladura: se trata de un espacio dedicado a los exvotos marineros. En el centro de la pintura aparece un grupo de personas con túnica y portando pendones: una procesión. En esta acuarela, es de interés el retrato del interior de una iglesia marinera, donde se pueden apreciar varios exvotos colgados del techo.