Plato muy tradicional en Galicia, que también se sirve Asturias y Cantabria y que se ha popularizado en toda España. Consiste en un guiso de almejas cuya base es un sofrito de cebolla que generalmente va acompañado de vino blanco. En ocasiones se le añade tomate y hay quien le incoprora el toque picante de la guindilla seca.