Este óleo sobre lienzo del siglo XVII muestra a Cleopatra en el momento en que se acerca el áspid cuya mordedura le produciría la muerte. La reina de Egipto se representa de media figura, con la cabeza levantada y ladeada hacia su izquierda evitando mirar mientras retira su indumentaria para mostrar su seno derecho al cual se acerca la serpiente. El amplio ropaje envuelve su cuerpo en pliegues de marcados contrastes. Cubre su cabeza con un tocado apenas perceptible por el fondo oscuro en el que destaca la imagen, en un acusado contraste entre luces y sombras. El modelado de su piel es suave, con el color blanquecino que caracterizó a Guido Reni, a cuya escuela se debe este lienzo.