Clotilde posa en el jardín de la casa, junto a la Fuente de las Confidencias, y detrás de ella se ve el parterre de alhelíes rosa que Sorolla reproduce también en otros cuadros de su jardín, y las columnas que separan esa zona de la del "segundo" jardín de la casa.
Nacida en 1865, Clotilde tiene en este retrato 54 o 55 años. Es una mujer madura y lleva un sencillo traje blanco con chaqueta larga y falda recta que deja al descubierto los tobillos, según el estilo sobrio que se ha impuesto después de la guerra. El amplio sombrero le da nota de elegancia que nunca falta en sus retratos. Sorolla repite un esquema compositivo que ya utilizó en Clotilde en el sofá (1910), basado en un enfoque en diagonal que desarrolla un espacio profundo, en zigzag, por detrás de la figura. Es uno de los últimos retratos que pintó de su mujer.