Bajo el gobierno de sus dos sucesores, Odilón (994-1049) y Hugo de Semur (1049-1109), la cultura cluniacense alcanza su máximo esplendor. El exponente de ese nuevo espíritu y poderío lo constituye la construcción de la tercera iglesia principal (1088-1120 aprox.) Cluny III. Se convirtió al mismo tiempo en el mayor templo románico, el mayor templo francés y la mayor iglesia monástica de todos los tiempos.