En estos valles de Navarra se va recuperando como tradición ancestral las carboneras que se construían antaño en los bosques de Leitza. Esta técnica se usaba como modo de vida, para extraer el carbón que se vendía después a productores y artesanos de la zona. Construcción de montículos de madera, en el centro se deja hueco para chimenea por la que sale el humo de la brasa de madera que se convierte en carbón. El proceso que debe ser vigilado dura varios días.