Abrigo recto y largo a media pierna, confeccionado siguiendo la figura geométrica del triángulo. El gran cuello y la solapa cruzados van decorados con piel de armiño. La manga larga y el puño también están decorados con esta piel.
Realizado en San Sebastián, Balenciaga evoca en este abrigo las líneas que definen el quimono japonés, una de las prendas de mayor influencia en la moda europea de los años veinte. En perfecta sintonía con la estética de estos años, el amplio cuello vuelto y los puños de las mangas se guarnecieron con piel de armiño.