La falta de pujanza de la industria española llevó a varios creadores a probar suerte más allá de los Pirineos, caso del sevillano de ascendencia francesa Julio Laffitte, que se formó con Molineux y Lucien Lelong en los años 30 y en los 50 diseñó para Patou. Entre medias, en los años 40, abrió talleres en Madrid y Barcelona con su propia firma, y también dio el salto a Nueva York, donde diseñó para grandes almacenes como Saks Fifth Avenue y Hattie Carnegie.
Elegante abrigo con corte de influencia militar, con hombros rectos y manga muy estrecha, austero tanto en las formas como en la máxima economización del tejido, en busca de una producción acorde con las penurias materiales de esos años