Nueva España [hoy México], siglo XVIII
Nuez de palma de coco pulimentada y esgrafiada con guarniciones de plata fundida, forjada, cincelada y picada de lustre.
Para la elaboración de los cocos chocolateros se aprovechaba la forma natural de la nuez o semilla de coco, la cual se tallaba para labrar ornamentos. A la semilla se le añadían asas y base de plata. En el caso de este coco, el tallador labró acanaladuras verticales, semejantes a las estrías de las columnas, y adelgazó las paredes de la nuez hasta lograr un fino y delicado ejemplar. El pie y el perfil de las asas de plata están inspirados en motivos vegetales, enredaderas, guías, flores y hojas de acanto, que dan elegancia y riqueza a la pieza.