Las anchoas del Cantábrico son las anchoas más apreciadas y renombradas del mundo entero por su intenso sabor. Los salatori, técnicos salazoneros procedentes de Italia, llegaron a la costa cántabra, especialmente a Laredo, atraídos por la abundancia de este pescado, y de mantequilla, que acompañaba a las anchoas en conserva antes de hacerlo el aceite de oliva.