Esta balanza de mano de construcción francesa era utilizada para pesar las monedas de oro y plata en curso legal en Europa durante el siglo XVIII. En España, en época de Felipe V, los reales de oro y los escudos de plata eran las monedas en curso acuñadas con metales nobles.
La balanza conserva la estructura de dos platillos y un vástago de hierro, y cuenta con varios patrones de peso encajables. Además, en la tapa de la caja en la que se guardaba el instrumento aparece una tabla con información detallada sobre los pesos de las diferentes monedas.