Las Colonias Urabanas han sido en la historia de Chile, uno de las tradicciones más importante en la recreación de los niños y niñas.
Personalmente para mí haber pintado significó un momento importante dentro de nuestras vidas como graffiteros y más aún como pobladores de otras poblaciones de Santiago incorporándose al trabajo que se realizó en La Pincoya. ese proceso de socialización que vivimos pintando, conociendo la población y haciéndose parte del proceso de lucha que damos para mejorar nuestros entornos, empoderando los espacios de tránsito y uso público del territorio para incorporar a los pobladores de La Pincoya en nuestras lógicas de pintura mural.
Para nosotros fue importante la experiencia ya que pudimos incorporar un trabajo grupal conversando con los vecinos cercanos al muro, nos dimos cuenta que los vecinos tienen las mismas necesidades viviendo en diferentes poblaciones, que poseen los mismos problemas y que tienen la misma sed de lucha que nosotros buscamos en los muros. Fue una experiencia enriquecedora, fuimos acogidos por la comunidad y nos hicieron parte de ella esos dos días que pintamos…