Vidal fue cofundador del grupo de arte generativo, establecido en 1960, junto a Eduardo Mac Entyre. La filosofía artística del grupo se vio influenciada por las matemáticas y la física, y siguió el concepto de que la interacción de líneas, formas geométricas, y color produciría un arte que generaría la percepción de movimiento. Por lo tanto, el arte generativo transforma el plano bidimensional en un espacio de movimiento continuo mediante la regeneración óptica de las formas. El estilo de Vidal evolucionó con el tiempo y ya en las décadas de 1970 y de 1980, su trabajó tomó un interés especial por los efectos de la luz sobre bandas de color. Sus figuras geométricas, que hasta entonces se presentaban rígidas y lineares, comenzaron a asumir formas más fluidas, como se observa en Comenzando lo irreconocible.