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Como una flor

Rafael Fuentes Aguilar y Maricela Gascón Muro

Casa ESRU El Carmen

Casa ESRU El Carmen
Heroica Puebla de Zaragoza, México

Hay días extraños en la vida; días en que uno es conmovido por la belleza o en los cuales uno tiene la dicha de apreciar con ternura la inocencia y meditar acerca del futuro que le depara el destino a estos frágiles dones.
Hoy ha sido uno de esos días. La familia de don Hipólito tomó turno en el estudio; de hecho, nos pidió que apartáramos toda la mañana porque vendría su hija con su pequeña para que le hiciéramos un estudio de fotografía, tal y como lo habíamos hecho años atrás con sus propios hijos. Ahora es el tiempo de los nietos. ¡La vida corre despiadadamente, pero, a la vez, con alegría!
La hija de don Hipólito, hoy señora Berrameda, llegó un poco retrasada a la cita, pero es comprensible: venía con su pequeña hija, acompañada de una cohorte de empleados que acarreaban desde un hermoso carrito de bebé hasta comida y refrescos para un refrigerio. Me saludó con mucho afecto y trató de explicar esa invasión repentina.
Dijo que deseaba que el estudio fotográfico de su hija tuviera muchos cambios de ropa porque ella tenía sus propias fotografías y hubiera preferido que la retrataran así, como ella lo había planeado para su hija. Sonreía con cierta coquetería al decirme todo esto.
—Por supuesto —asentí. Las cosas se harán como usted decida.
Yo había dispuesto el ciclorama teniendo en mente otro propósito, pero tenía tiempo suficiente para planear distintos decorados, ahora dependientes del vestuario de la pequeña y de la mirada atenta de la madre. Mi hija mayor pareció entender mi propósito y amablemente pidió ver la ropita de la bebé. De manera diligente y con el gusto que las mujeres tienen por los objetos, escogió varios muebles, juguetes y floreros por si era necesario hacer tomas más lejanas del hermoso rostro de la pequeña niña Berrameda. Con lo solicitado, era claro que no podría centrarme solo en la cara y la expresión de la niña, sino que debía destacar lo que ella es: una criatura afortunada y con la vida pavimentada desde ya con el cariño y la riqueza de sus padres.
La mañana transcurrió en relativa calma, teniendo en cuenta lo difícil que fue esperar el cambio de vestuario, las demandas de la madre y el rondín de los empleados. La niña se comportaba con serenidad y podría decir que me pareció sabedora de lo que en ese momento se esperaba de ella. Era una bebé tranquila, que daba pronto los brazos a su nana y esperaba pacientemente que fuera ella quien volviera a vestirla.
Tomé muchas fotografías; en alguna ocasión le pedí a la señora Berrameda que mirara a través de la cámara para que diera el visto bueno a la toma. Al principio le costó ver la imagen invertida en la mirilla, pero pronto lo entendió. Hizo sugerencias menores que atendimos con presteza. A punto de concluir, y ya todos cansados, me permití proponer una toma más, simple, sencilla. Pedí que la niña estuviera parada sobre un banco de baqueta, sostenida por su nana. Una joven poblana bellísima, dulce, de mirada limpia, tímida, posando por primera vez (y quizá por última) frente a la cámara. Una mujer que merecía ser retratada.

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  • Título: Como una flor
  • Creador: Rafael Fuentes Aguilar, Maricela Gascón Muro
  • Lugar: Puebla, México
  • Lugar de creación: Puebla (México)
  • Dimensiones físicas: 1 3/4 x 2.5 in. / Vertical
  • Idioma original: Español
  • Origen: Colección Fundación Espinosa Rugarcía
  • Palabras clave del asunto: Retrato, Estudio fotográfico, Foto antigua
  • Tipo: Fotografía
  • Editor: Colección Fundación Espinosa Rugarcía
  • Derechos: Fundación Espinosa Rugarcía © Derechos reservados
  • Técnica artística: Acetato
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