Los compresores y retocadores son útiles característicos del Paleolítico, relacionados con las actividades de la talla y el retoque. Realizados en diferentes materias como madera, asta, hueso o piedra, presentan una gran diversidad formal. Pueden estar asimismo pulidos y presentan marcas de golpeado, piqueteado, percusión o presión. Se utilizaron como martillo o ejerciendo presión sobre los bordes líticos, obteniéndose de este modo retoques más finos. Algunos presentan además decoración en una o ambas caras. Este compresor fue hallado en la cueva de Altamira por Marcelino Sanz de Sautuola durante sus trabajos entre 1875 y 1880.