Microscopio "Continental"

Microscopio compuesto por un tubo cilíndrico en cuyo extremo superior hay otro tubo que se desplaza dentro del anterior y en el cual se coloca la lente ocular. En el extremo inferior se coloca la lente objetiva. Todo el tubo se une al pilar a través de una cremallera que le sirve de puente. El deslizamiento vertical se controla por un tornillo lateral realizando el enfoque grueso. Sobre el pilar hay además otro tornillo que ayuda al enfoque fino. En la parte inferior del pilar se sostiene la platina con un orificio central y dos pinzas para sostener los cristales. En la cara inferior de la misma hay una placa deslizable que se utiliza para colocar un diafragma e inmediatamente por debajo se coloca el brazo para sostener el espejo plano-cóncavo con amplia movilidad. Entre el pilar y el pedestal hay un tornillo que ayuda a la inclinación posterior del cuerpo principal del microscopio hasta lograr una completa posición horizontal. El pedestal tiene una superficie de corte cuadrangular que descansa en la base, en forma de herradura también de ramas cuadrangulares. En el talón posterior aparece la inscripción: “C. Verick élevé special de E. Hartnack. Rue de la Parcheminerie 2. Paris”.

Edmund Hartnack (1826-1891) fue discípulo de trabajo de su famoso y conocido tío, George Oberhauser desde 1857, toma el control de su compañía en 1860 introduciendo mejoras e innovaciones, pero manteniendo siempre la forma de sus modelos. Un alumno destacado de Hartnack, fue C. Verick, quien firmaba los microscopios como un alumno distinguido y que luego se estableció por su cuenta en 1870 y en 1882 le sucedió su hijo Maurice Stiassnie.

Este microscopio corresponde al modelo “Continental”, tiene todos los componentes que hicieron triunfar el estilo en su época, tales como su tamaño compacto, la forma del pie y su sistema de enfoque microscópico. Gran amigo de Hartnack fue Sigmund Freud, quien hizo numerosos estudios histológicos de las células del cerebro con un modelo similar a este microscopio. Este modelo es además idéntico al primer microscopio que compró Santiago Ramón y Cajal a los 25 años, cuando iniciaba sus investigaciones.