A los 18 años, el 17 de septiembre de 1925, Frida Kahlo tuvo un grave accidente. El autobús en el que viajaba chocó contra un tranvía. Al estar malherida e inmóvil durante los primeros meses de su recuperación, Frida comenzó a pintar. Ella pintó este corsé, que es un testimonio de las diversas cirugías que le hicieron debido al accidente. Contiene algunas referencias comunistas, además de algunas otras imágenes, como un demonio y un par de melocotones.