José María López Mezquita es uno de los pintores de la primera generación de artistas locales del siglo XX, que pronto superarán el provincianismo de generaciones precedentes.Se inicia en la pintura de la mano de José González Larrocha aunque muy pronto su familia se traslada a Madrid y allí completa su formación con el pintor valenciano Cecilio Pla.Adquiere muy pronto éxito gracias a su participación en numerosas exposiciones nacionales e internacionales con un tipo de pintura social de inspiración costumbrista.A su regreso a Granada en torno a 1904, después de conocer la obra de los impresionistas franceses a su paso por París, se reencuentra con los temas paisajistas que cultivó en sus inicios y realiza diferentes pinturas de escogidos rincones de la ciudad, entre las que destaca especialmente Patio de los Arrayanes.Atrapa en este cuadro, considerado por la crítica como el mejor de sus paisajes, la vitalista luz andaluza a través de pinceladas sueltas que luego se funden en la retina.Aúna el antiguo motivo del jardín romántico y la ruina árabe con el interés por la luz y el color que tiene como máximo logro la plasmación del reflejo de la Torre de Comares en el estanque de Arrayanes, cuya imagen se deshace por el efecto ondulatorio del agua, convirtiéndose en una de las representaciones más conocidas y sugerentes de la Alhambra.