El paisaje invernal pintado por Giudice se ubica en los alrededores de Como, ciudad lombarda situada a orillas del lago homónimo. Fue fundada, con el estatus de municipio, en el siglo I antes de Cristo por orden de Julio César, quien la llamo Novum Comum.
Giudici se sirve del género del paisaje para comunicar su mirada de la naturaleza La escena transmite la sensación de la perspectiva lineal desarrollada con el camino como vector principal. La narración —si la hay— queda regida por el ruido sordo de la nieve: apenas algunas edificaciones, unos árboles elevados aquí y allá; ninguna persona a la vista; tan sólo la nieve. El artista pintó este paisaje nevado como si hubiese hecho un alto en la marcha para ubicarse al costado del camino y desde allí poder contemplar con calma. Asímismo, la mirada del espectador parece ser convidada a deslizarse en un mundo, si no más íntimo, al menos más interno.
El punto de fuga del cuadro en el final incierto del camino, el caserío a lo lejos y las montañas que resguardan el horizonte instalan cierta nostalgia romántica en la escena.