Después de graduarse en el Design Institute de Koszalin, Gackowska completó su formación con un máster en la Facultad de Bellas Artes de Polonia y la Universidad Saimaa de Finlandia. Su acercamiento atípico y descarado a materiales como la piedra y la bioresina da lugar a piezas sorprendentemente maduras.
Las superficies fracturadas de esta serie compuesta de cuatro broches de hematita reflejan la impredecible corriente de pensamiento de su creadora. Estas formas ovales, tradicionalmente usadas para albergar pequeños retratos de pintura, abrazan en este caso condensadas fotografías de ruinas sublimes. La destacada presencia del óxido
de hierro -semejante a la sangre- en su obra alude claramente a la trascendental fragilidad humana.
Sin embargo, el ánimo experimental que Gackowska infunde a los materiales permite que cada broche hable por sí mismo.