La obra hace alusión a un escenario futuro en donde falta el agua y las consecuencias que se deben a ello. La poca agua en este posible escenario, será propiedad exclusiva de los poderosos quienes sus ejércitos protegen, el resto de la gente peleará incluso contra ellos mismos por adquirir el recurso necesario para sobrevivir, sus cuerpos yacen demacrados con signos claros de deshidratación. Al fondo del cuadro se observa un basurero en donde objetos anteriormente valorados (cosas propias del consumo masivo) constituyen un mero desperdicio pues pasan a carecer de valor ante la necesidad del agua. Al frente de la obra, está la cara consternada de un pequeño niño quien asombrado ante el escenario que contempla, pregunta a su padre el porqué de todo ello. Su padre, con una mirada perdida, quizá recuerde que todo éste escenario catastrófico pudo evitarse o sólo ignoró avergonzado la pregunta y se resignó.