El gesto profundamente concentrado del Maestro Curandero Jerónimo Bardales de Kuélap revela la profunda conexión, espiritualmente necesaria para dar vida a una ceremonia de diagnóstico en la que el cuy domesticado peruano, cuy, se utiliza para identificar cualquier condición patológica de un paciente. Esta práctica ha demostrado ser tan eficaz que incluso las comunidades científicas y los estudios académicos reconocen su valor.