En 1939, Roser Bru viajó a Chile como refugiada del golpe militar de Francisco Franco en España. Ese mismo año ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Desde 1958, realiza exposiciones individuales en diferentes ciudades de Latinoamérica y España. Al inicio de su carrera se interesó por las exploraciones con materiales diversos, típicas del movimiento informalista catalán. Entrada la década de 1970, trabajó con la figura humana, interviniéndola con borrenes, tachaduras y velos que la cubren, haciendo clara alusión a la crisis política y social suscitada por la dictadura que vivía Chile en aquel momento.
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