Vestido corto hasta debajo de las rodillas. Suelto, con escote a la caja, solapas y manga corta caída. El vestido va abierto en el delantero hasta la altura de la cadera. Cierra con botones forrados en la misma tela y cosidos directamente sin presilla. La espalda es suelta, con costura central y pinzas en los hombros. El delantero lleva pinzas oblicuas que parten de la cintura hasta la sisa.
Realizado en España, es un ejemplo de la línea semientallada que Balenciaga desarrolla a partir de 1951 y que supuso un paso más en la evolución sartorial que comenzó en 1947 con la línea «barril». La silueta atrevida y el riguroso negro parecen más propios de los minimalistas años noventa que del período en el que fue creado.