El autor del manuscrito original es Pacheco, que fue pintor, maestro y suegro de Velázquez. El trabajo incluye 56 retratos dibujados con lápices rojos y negros sobre un fondo sombreado, y que se pegaron en las páginas que más adelante se encuadernarían, en las que hay una semblanza o elogio.
Este libro es uno de los más bellos de la Edad de Oro, no solo por la excelente calidad de los dibujos, sino también por la excepcional caligrafía. Siempre fue objeto de preocupación para el pintor, que incluso pidió en sus últimas voluntades que los retratos se conservasen juntos.