El escultor, vinculándose a la tradición clásica, representa Diana, la diosa de la caza; con uno de sus brazos estirado parece tensar un arco invisible preparado para disparar la flecha en una acción de caza. Un manto cubre la parte posterior de la figura. Las formas femeninas son potentes y bien musculadas y el pelo que le revolotea enmarcando el perfil de su cara aporta movimiento a la figura. Santiago Costa i Vaqué (1895-1984) Primo del escultor Julio Antonio, estudió en la Escuela de Lonja de Barcelona y después trabajó como colaborador de su primo, de quien recibió la influencia clasicista y el tratamiento realista, en su primera época. Entre 1919 y 1925 realizó una serie de obras en América del Sur para regresar a Madrid. Su obra parte del concepto de bloque con una importante integración dentro del espacio cúbico. Su característica dominante es la fuerza y el movimiento detenido. También cultiva la pintura, con temática paisajista y escenas populares.