Diego y Frida regresaron a México y se instalaron en su casa estudio de San Ángel a principios de1934. En ese año a Diego le ofrecieron un muro en el Palacio de Bellas Artes para que pintara, nuevamente el mural que fue destruido en el Rockefeller Center de Nueva York, y lo titula "El hombre controlador del universo". Frida realizó en la casa estudio obras de caballete entre 1934 y 1939.