Esta cómoda de estilo fernandino y su pareja, situadas en la sala isabelina de Can Llopis, actual Museo Romántico de Sitges, son una muestra de la influencia del estilo imperio francés en la ebanistería catalana de principios del siglo XIX.
El peso que en el mobiliario francés de la época tuvo el bronce, en Cataluña se sustituyó por la decoración de talla policromada, que incorporó los diversos tonos del bronce: el dorado bruñido, el mate, la pátina negra e incluso el verde imitación del óxido conocido como verde antico, tal como podemos comprobar en las águilas sobre las que descansa el cuerpo de la cómoda.
A partir del siglo XVIII las arcas que formaban parte de la dote de las novias y que eran utilizadas para guardar el ajuar, fueron sustituidas por las cómodas. Dado que con frecuencia la pareja se instalaba en la casa de la familia del novio, la cómoda se convirtió en un mueble de representación, reflejo del origen y de la posición económica de la familia de la novia. Si la familia se lo podía permitir, como en este caso, la aportación era de dos cómodas.
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