Este pendiente procede de Fuentes de Aquillán (Ibieca, Huesca), en un lugar que sobrevivió al Imperio romano como así lo atestiguan los restos de filiación hispanovisigoda encontrados en este enclave. Se trata de un pendiente de oro repujado y piedras preciosas, compuesto por un aro colgante en el que se inserta una bola con diversas caras cuadrangulares con decoración de repujado. Se ha trabajado con la técnica del engastado (realización de cajeado con asiento plano para el fondo del cabujón y la incrustación de la piedra).