Par de pendientes aragoneses de comienzos del siglo XIX. Están formados por una chapa de oro troquelada y decorada a cincel con motivos vegetales, además de incrustaciones de aragonitos. Presenta tres cuerpos: el primero, con forma de botón rectangular y remate trilobulado; el segundo, con forma de mariposa; el tercero, con forma de almendrón, rematado con una forma trilobular y una palmeta. Esta pareja de pendientes llaman la atención por su gran tamaño, inusual en este tipo de piezas.