Alcalá de Henares, otoño de 1547. Nace Miguel, cuarto hijo de Leonor de Cortinas y de Rodrigo de Cervantes, de profesión médico “zurujano”, último grado del escalafón. Entre la ilusión de los títeres ("gente vagamunda" que nunca olvidará) y los rigores de un país obsesionado por la limpieza de sangre, transcurrirá su infancia.