Hay una noción determinada de cómo se supone que funcionan la ciudad y el andar en él, llevando a predecir nuestras acciones de manera sistemática, anulando o negando la experiencia más profunda dentro de dicho ambiente. La acción del deambular, antes de sumirse a los parámetros impuestos de manera oficial dentro de la urbe, permite reflexionar con la idea de lo aleatorio, lo desconocido, lo que se encuentra en ese acto de perderse sin un rumbo fijo. De igual manera, interactuar con los diferentes elementos en los instantes de la caminata no planeada permite establecer estudios psico geográficos, además de abrir un campo diverso para el planteamiento creativo y artístico.
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Your first Culture Weekly will arrive this week.