En la faceta de flâneur que deambula por las entrañas de la metrópoli, Juan Guzmán visitó las zonas rojas de la Ciudad de México, escenarios del quehacer diario de las sexo-servidoras. En realidad, el fotógrafo solo tomó nueve imágenes de este asunto. Tres de ellas, negativos de 6 x 6 in, integran una serie en la que se observa una calle con residentes de la zona y algunas prostitutas. En la siguiente toma se ve la cantina Los amores de cupido, y en el último negativo, se revela la ubicación de la taberna: la misma acera, continuación de la calle en la que laboran las prostitutas. De formato mayor, seis negativos de 4 x 5 in, muestran otros sitios de prostitución de la ciudad, otras mujeres en espera de algún cliente.