Dado que la intervención, entre 1519 y 1521, en la portada afectó a las tres puertas de la fachada del templo, fue obligado desmontar, entre otras piezas, las estatuas columna y relieves situados en ella por el Maestro Mateo y su taller para completar la decoración y el programa iconográfico del pórtico. Tiempo después, a finales del siglo XVIII, el conde de Ximonde rescataría algunas de ellas y se las llevaría a su casa, donde permanecerían hasta 1947, año en que el ayuntamiento de Santiago de Compostela adquiere las figuras.
Las imágenes estuvieron colocadas en las escaleras del palacio de Rajoy hasta que pasaron a pertenecer al general Francisco Franco, desde donde se trasladarían a su actual ubicación permanente en la coruñesa Casa de Cornide. Yzquierdo Perrín ha señalado que estas piezas pertenecerían indudablemente a la fachada exterior del Pórtico de la Gloria.
Por su parte, Serafín Moralejo puso las imágenes en relación con David y Salomón procedentes del mismo conjunto ("formarían grupo con los dos patriarcas – seguramente Abraham e Isaac-"), considerando que "estas dos parejas de padres e hijos aludirían igualmente al linaje de Cristo, contado desde Abraham y desde David en el evangelio de San Mateo". Así mismo las cuatro piezas actuarían como la evocación de las figuras de Fernando II y Alfonso IX, y al proceso sucesorio enre ambos, en el momento en que se llevaba a cabo la culminación de la obra de la catedral compostelana.