Esta pintura es un exvoto, imagen que narra y da testimonio de un favor divino, posiblemente relacionado con una curación. Lo notable de esta obra es que da testimonio en favor de más de una devoción. Hay una mujer postrada en una cama ricamente adornada con cabecera, patas en forma de garra y dosel. La mujer porta joyas. La mujer sostiene entre sus manos la imagen de lo que parece ser una escultura de San Antonio de Padua, en lo alto, entre nubes aparecen tres imágenes más, una Virgen de la piedad, un Santo Niño Jesús y la Virgen del Carmen. En la habitación como si se tratase de un persona más, aparece Jesús Divino Pastor, con un tenue resplandor en torno a su cabeza, una oveja a sus pies y porta un báculo. Por si fuera poco, en la cabecera de la cama se distingue la imagen de la Inmaculada Concepción.
Esta pintura muestra con detalle el ambiente y mobiliario de una casa novohispana del siglo XVIII como es posible inferir por los aderezos de la dama postrada.