En México hay testimonios de la práctica del exvoto – un objeto que se ofrece a la divinidad para que se cumpla un deseo o en reconocimiento de un favor obtenido– desde mediados del siglo XVII. El tema de este exvoto es el agradecimiento de una enferma de viruela que sanó tras encomendarse a San Sebastián, cuyo atributo como protector de la peste se remonta al siglo IV, y a la Virgen de los Dolores. En este caso, la Virgen aparece representada vestida a la usanza sevillana, lleva toca de encaje, corpiño, manto y falda de terciopelo. Adicionalmente se le muestra con un resplandor en la cabeza, como se presentaba en las esculturas de la época. La escena está ubicada en la Iglesia de San Miguelito de la ciudad de Cholula, Puebla.