Ídolo oculado de Extremadura

Llamamos “ídolos” a un numeroso conjunto de figuras con rasgos antropomorfos que en la Península Ibérica caracterizan las producciones simbólicas del IV y III milenio antes de nuestra era. La representación de los ojos es el elemento común entre diversas familias. de ídolos que por ello quedan unificados bajo el concepto de “oculados”. En este caso nos encontramos con una de las piezas mejor conservadas de este tipo. Se conoce como “Ídolo de Extremadura”, aunque su procedencia debe localizarse en el Valle del Guadalquivir.
Estas estatuillas se realizan sobre distintas materias. Otra variante será su forma, en este caso cilíndrica. En ella se destacan los ojos, cejas, pelo y un posible “tatuaje facial”. Las variantes de soporte, técnica y forma parecen corresponder a diferentes representaciones regionales.
La función real de estos objetos es incierta. Su primera interpretación como ídolos, viene determinada por la frecuente asociación de estos elementos a contextos funerarios. En la mayor parte de los casos se trata de representaciones asexuadas, pero a lo largo del Calcolítico, estas imágenes irán siendo sustituidas por otras claramente antropomorfas con figuraciones tanto masculinas como femeninas, indicando un cambio importante en las creencias y en las relaciones sociales.