Barreras de acero, cortes metálicos, agujeros negros donde la Tierra pierde su identidad; manchas de acero, estructuras pesadas y ensordecedoras, que obligan al hombre a abandonar su territorio solo por unas pesetas. Dinero, la "única" cosa que manda, es el santo y el castigador, su lado oscuro es el que ha creado el caos en la naturaleza, así como un duelo que se refleja en el futuro, en espejos sucesivos de reflejos apocalípticos que ensombrecerá a la Humanidad.